Las familias son la primera unidad social en la que los niños aprenden y se desarrollan. Una buena crianza de los hijos puede adoptar diferentes formas y está configurada por diversas influencias sociales y culturales, pero invariablemente consiste en proporcionar a los hijos el apoyo, el cuidado,el amor, la orientación y la protección necesarias para establecer las condiciones para un desarrollo físico, mental y social saludable.

PISA recopila datos de los estudiantes sobre su percepción del apoyo parental, y de los padres sobre las actividades que hacen con sus hijos o en las escuelas de sus hijos. Los datos de PISA también proporcionan información sobre la riqueza familiar y otras características del entorno que pueden afectar el desarrollo cognitivo y socioemocional de los estudiantes.

Claves sobre los padres y el entorno familiar

Los padres en México tienen más probabilidades que en otros países de declarar que hablan sobre la escuela con sus hijos (el 63% lo hace todos los días o casi todos los días), pero menor de declarar que comen con ellos alrededor de la mesa (el 76%), y que pasan tiempo con ellos simplemente hablando (43%) (Tabla III.9.1).

Los padres mexicanos conversan con los maestros sobre el desarrollo de sus hijos con una frecuencia similar a la observada en otros países. En México, un 58% declaró haber tratado el comportamiento de su hijo con un profesor por iniciativa propia en el último curso académico, el 58% declaró haber tratado el progreso de su hijo con un profesor por iniciativa propia, y el 65% habló con un maestro sobre cómo apoyar el aprendizaje de los hijos en el hogar (Tabla III.9.1).

Los estudiantes mexicanos que perciben que sus padres están interesados en sus actividades escolares son dos veces menos propensos a expresar que no están satisfechos con su vida que los que perciben bajo nivel de interés parental (Tabla III.9.24).

Los estudiantes que declaran que sus padres no están interesados en sus actividades escolares obtienen aproximadamente 15 puntos menos en ciencias que otros estudiantes (media OCDE: 28 puntos) (Tabla III.9.22).

El 23% de los padres informó que sus hijos veían programas de televisión sobre ciencia y el 15% declaró que leían libros sobre descubrimientos científicos con regularidad o muy a menudo a los 10 años, lo que es similar al promedio de 18 países con datos comparables. Los estudiantes que participan en estas actividades de aprendizaje en casa cuando son más jóvenes tienden a disfrutar más de la ciencia y muestran un mejor rendimiento académico a los 15 años (Tabla III.9.13, Tabla III.9.15).

En México, el 5% de los estudiantes de las familias más ricas (en el primer ¼ de un índice de riqueza basado en las posesiones familiares) informan que no están satisfechos con su vida: este porcentaje sube al 8% entre los estudiantes de las familias menos adineradas (¼ inferior) (Tabla III.10.8).

En México, el nivel de segregación escolar es mayor a la media de la OCDE. Al contrario que en la mayoría de los otros países, pero en línea con los observado en otros países iberoamericanos, la segregación social en la escuela está fuertemente relacionada con hecho de que los niños de trabajadores (directivos/profesiones liberales) media tienden a estudiar en escuelas privadas (un 24%), mientras que los niños de de trabajadores (clase trabajadora) lo hace en escuelas públicas (sólo un 6% estudia en la escuela privada) (Tabla III.10.13).

En México, al igual que en otros países de la OCDE, los niños de clase trabajadora tienen menos expectativas que los hijos de trabajadores Directivos de obtener un empleo de dirección (un 8% menos) o un título universitario (21%), pero estas diferencias son similares o inferiores a la media observada en los países de la OCDE. Parte de esta brecha en las expectativas podría estar relacionada con la segregación escolar. Controlando por el rendimiento en PISA, los niños de clase trabajadora que estudian en escuelas donde sus compañeros son predominantemente de clase media son 2 veces más propensos a esperar terminar la universidad que los niños que asisten a otras escuelas (Tabla III.10.15).

Ser médico es la aspiración profesional más popular entre las niñas en México (alrededor del 16% de las niñas esperan trabajar como doctoras cuando alcancen los 30 años). El 15% de los niños esperan ser ingenieros (Tabla III.10.17).